Por: C.P.C. y L. en D. Miguel Á. Santillana Solana, Doctor en Derecho
Una empresa familiar es aquella que pertenece, es gestionada y controlada por una familia. Este tipo de entidades además de que predominan en el mundo, aspiran a ser más competitivas y a salir de sus países de origen.
La empresa familiar es el tipo de organización más numerosa en nuestro país, pero uno de los grandes retos que les toca enfrentar es construir las bases para subsistir por generaciones.
En México, aproximadamente más del 90% de las compañías establecidas están bajo control y propiedad de familias. Por ello se reconoce su contribución al desarrollo económico, social y cultural del país.
Así, las empresas familiares conforman principalmente a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), de ahí la importancia de que logren trascender en el tiempo y a las siguientes generaciones.
Por todo ello, su continuidad es un tema crítico, debido al peso específico que juegan en la economía y sociedad de cualquier país, especialmente ante el elevado riesgo de desaparición que tienen las empresas familiares ante los múltiples problemas que deben afrontar a lo largo de su evolución.
CONTINUIDAD DE LA EMPRESA FAMILIAR
Para asegurar su continuidad, una empresa familiar debe manejar exitosa y simultáneamente tres aspectos inherentes a su particular naturaleza.
En primer lugar, ser empresa y como tal adecuarse a su definición para evolucionar, crecer y asegurar su continuidad a largo plazo.
En este aspecto, se vuelven indispensables la eficiencia en su gestión, la promoción de la innovación de sus productos, la competitividad en sus procesos, la motivación, el compromiso, el liderazgo y preparación de los componentes de la misma.
En segundo lugar, ser empresa familiar, es decir, responder a los retos específicos de una empresa que es propiedad de una familia, en especial, saber gestionar adecuadamente la incorporación de miembros de la familia a la empresa.
En tercer y último lugar, ser familia propietaria de una empresa, o lo que es lo mismo, familia empresaria, y así entenderlo para gestionar adecuadamente aspectos como el gobierno familiar, al igual que el papel de la familia respecto de la empresa, la distribución de la riqueza creada por la empresa familiar, la formación y educación de la siguiente generación, las relaciones familiares, la conservación del legado familiar o el mantenimiento de la unidad, además del compromiso familiar con la empresa.
En el entorno actual, este tipo de empresa tiene que luchar por la subsistencia y la superaciónen un mercado en el que la eficiencia en los procesos, aunado a los precios o la calidad de los productos, “pesan” más que un apellido. Independientemente de esta lucha, las empresas familiares deben afrontar y resolver su propia problemática: La familia.
La empresa familiar es el resultado de la realización del sueño del fundador o fundadores, que van creciendo y desarrollándose conforme se dan tanto las oportunidades como las condiciones del mercado. Han subsistido aquellas empresas que han sabido fortalecer los pilares originales sobre los cuales se crearon: Visión, misión, valores, liderazgo, cohesión,comunicación, filosofía de vida y empresa, además de orgullo familiar.
Recordemos que la perseverancia del fundador le ha permitido crear una empresa, abrir mercado y tener lo mismo el reconocimiento que la aceptación de los clientes, por lo que su estilo de liderazgo, experiencias, al igual que conocimientos, deben continuar a través de las generaciones. Ese liderazgo es el que deben compartir tanto sucesores como directivos para asegurar la coexistencia y superar las rivalidades.
Sin duda alguna, uno de los puntos más delicados en las relaciones familiares es la sucesión. Existe una resistencia natural del fundador a dejar su puesto. Esta situación es un serio punto de conflicto que no siempre es debidamente resuelto. En este caso, la sucesión es la verdadera prueba de fuego para las empresas familiares, así que deben hacerle frente con plena conciencia.
La sucesión debe ser un proceso planeado, ordenado, definido e implementado de común acuerdo entre el fundador y la familia, mientras el primero esté con vida. Este proceso puede ser difícil, desordenado y complicado cuando el fundador fallece sin que se haya tomado una decisión definida.
Fuente: Revista Puntos Prácticos, “¿Cómo lograr la continuidad de una empresa? (Generalidades para las compañías familiares)”; No. 137, febrero de 2022. Editorial Thomson Reuters, págs. 54 a 56.
Mtro. y C.P.C. José Mario Rizo Rivas, Socio Director de la oficina de Guadalajara de Salles, Sainz-GrantThornton.
