Por: Mario Antonio Morales
Este martes, la Asociación Mexicana de Franquicias, AMF, vivirá una experiencia formativa cruzada la pandemia, que pondrá a prueba su unidad, democracia, y sobre todo desarrollo moderno como sector, cuando sus marcas afiliadas emitan su voto para decidir quien habrá de dirigirles en el bienio 2022-2024.
Los ánimos se caldearon, el “sospechosismo” alcanzó, el “fuego amigo” fue vergonzoso, usado a mansalva por externos que hicieron de su protagonismo, el “jaque mate” a su propio favorito en la contienda. Y, Mario Briceño, se ciñó a ellos.
Del otro lado, José Antonio Amutio, tuvo un cierre de filas a su candidatura prudente por el momento en que se hizo público por parte de personajes con historia en la industria, entre consultores, expresidentes, empresarias y empresarios de la vieja guardia y nueva cantera en franquicias.
Martín Santaella, creador desde hace 17 años de sus Wings Army, con 200 unidades en México y Centromérica, fue determinante, “ya no aguantamos mucho” refiriéndose al sector, es hora de la mejor decisión ante el riesgo de una fractura, avizoró. Ferenz Feher, CEO de Feher Consulting, ente desarrollador demás de mil marcas en su historia, admitió que se viven momento críticos y que el futuro de la AMF “está en manos de todos”. Conminó entonces a no dudar en la estructura, filosofía y el conocimiento de la planilla “Unidos Creando Valor” que empuja el tapatío Amutio.
Ignacio García de la Paz, CEO de la firma Todo para sus Píes, con más de 80 años de historia y expansión con 110 sucursales por México, Centro y Sudamérica, alertó a las franquicias cerca de 200 que emitirán su voto este martes, sobre el riesgo de hacerlo entre filias y fobias, y sin tomar en cuenta por encima de ello, el carácter y capacidad de negociación de un candidato. A su vez, Juan Manuel Gallástegui, el pionero de la industria, expresidente de la AMF y CEO del despacho Gallástegui Armella Franquicias, consideró que hoy, el gremio requiere ya trabajo, unión, propuestas y no confrontación.
De rareza mayúscula, el que los avales externos de la planilla, Renovación, no cesarán en dos sentidos: vapulear a la misma Asociación Mexicana de Franquicias, que anhelan; a sus dirigencias,con ello su historia, y, en contrasentido, pelear ferozmente por este órgano rector. El que se pretenda que la AMF sea ese “aliado” a modo del interés de una vicepresidencia del comercio organizado, CONCANACO.
La Asociación Mexicana de Franquicias, está ante un momento extraordinario de impulsar facultad ejemplar en todo el gremio empresarial, al demostrar sus modelos de negocios, la forma en que se sorteó la contingencia sanitaria y económica, en un lapso que debió implementarse “economía de guerra”, como lo relevó el presidente saliente, Julio Beleki. Hubo sucursales que debieron cerrar cortinas, pero ninguna cadena desapareció, fue el reporte.
¿Hoy, qué gremio empresarial podría presumir de una descentralización que reconozca el extraordinario trabajo regional que se ha logrado en franquicias?
Marcas como Kidzania, Constanzo Chocolatería, Business Kids, Baby Ballet, Wings Army, Santas Alitas, Aquamatic, Green Clean, EPS, Todo para sus Píes, Benedetti´s, Tucané y todas las que decidieron ser parte de un elección histórica en la conformación de planillas, con su apoyo y con su propio sufragio, son el factor preponderante para un sector que toma el reto de la “nueva modernidad”. Más de mil franquicias son un universo que debe animar a la mejor estructura guía por encima de filias y fobias, de lo contrario, la “operación cicatriz” que siempre deviene de un proceso de sucesión, tendrá ante sí fracturas dolorosas.
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