La Junta de Gobierno de Banco de México consideró que se ha entrado en una fase de desinflación debido a que diversas presiones se han mitigado y puso fin a la tendencia alcista en su tasa de interés interbancaria; sin embargo, juzgó que éstas siguen incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta, y que el panorama inflacionario continúa siendo muy complejo.
Por ello, decidió por unanimidad conservar la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 11.25 por ciento.
La Junta de Gobierno pronosticó una inflación de 6 por ciento en el trimestre, de 5.2 y 4.7 por ciento en el tercero y cuarto trimestre, mientras que en 2023 irá paulatinamente a la baja del 4.2 al 3.1 por ciento.
La estimación es inferior en 0.2 puntos a la de la junta previa.
Con esta decisión, la postura de política monetaria se mantiene en la trayectoria requerida para lograr la convergencia de la inflación a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico inflacionario.