Ante la dependencia de los estados a las participaciones federales en 90 por ciento de sus presupuestos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó abierta la posibilidad de una reforma a la Ley de Coordinación Fiscal “si se ponen de acuerdo los gobernadores”.

Repasó que en pasados sexenios se modificó la formula de distribución y se incorporaron elementos como población, por lo cual, ahora se está distribuyendo conforme a la fórmula que se heredó.

“Si los gobiernos estatales se ponen de acuerdo y plantean otra distribución, yo no me opongo. No puedo yo obligar a ningún gobernador, no son los tiempos de antes”.

De paso, negó que ahora se opere con el teléfono rojo los acuerdos.

Afirmó que la reunión de CONAGO fue muy buena, se llegó a un acuerdo y se ayudará en la medida de las posibilidades, pero no se puede transferir más dinero porqué la Federación tiene que responder por compromisos adquiridos como el servicio de la deuda, alrededor de 700 mil millones de pesos anuales para intereses y 800 mil millones para pago de pensiones “y va creciendo”.

Reiteró que los gobiernos estatales deben de reestructurar sus deudas, pues muchos encontraron quebrados a los estados como Chihuahua, donde se ha apoyado en esas restructuraciones, a través de Banobras.

En el caso del gobierno federal les dije que no íbamos a contratar más deuda, no vamos a seguir endeudando al país, se incrementaron los que aumentaron sus deudas con la pandemia.

Añadió “no quiero que me echen la culpa que no hay obra por qué no se les da dinero a los estados. Hay formulas de distribución, se han entregado los recursos”.