The Economic Intelligence Unit (EIU) en su estudio sobre Oportunidades de Infraestructura en América Latina “Cerrar la brecha de infraestructura a través de la inversión privada”, estima que en México el próximo presidente “que probablemente será Claudia Sheinbaum” continuará la agenda de su predecesor.

En torno a México, apuntó que, en el futuro, una ruta alternativa al Canal de Panamá podría ser el Corredor Interoceánico del México, que considera un sistema ferroviario que unirá puertos en el Golfo de México y el Océano Pacífico.

Consideró que el proyecto es una máxima prioridad para el presidente, Andrés Manuel López Obrador (como parte de un plan más amplio impulso para desarrollar el sur del país), al incluir una red ferroviaria de mil 200 kilómetros, una renovación de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, y el desarrollo de diez parques industriales.

La construcción comenzó en 2019, y muchos componentes, incluido el enlace ferroviario y la mayoría de las mejoras portuarias, ahora han sido licitados, incluidos cinco de los parques industriales subastados en junio de 2023; mientras que los cinco restantes y algunas terminales portuarias especializadas se licitarán en 2024, antes de que López Obrador deje el cargo.

“Si se extienden hasta 2025, creemos que el próximo presidente, que probablemente será Claudia Sheinbaum (una aliada cercana de López Obrador) continuará la agenda de infraestructura de su predecesor”.

La proximidad del CIIT a Estados Unidos y sus generosas exenciones fiscales atraerán a los inversores; de hecho, 65 empresas presentaron ofertas para los primeros cinco parques industriales, por una inversión estimada de siete mil millones, recordó.

EIU anticipó que el interés en los cinco parques restantes será igualmente fuerte, pero el proyecto no está exento de riesgos, aunado a que el istmo de Tehuantepec, donde se ubica el corredor, ofrece menos beneficios de economía de escala en comparación con las regiones del norte y centro de México, que ya albergan muchas industrias.

También, alerta que es probable que se produzcan protestas de ambientalistas y comunidades locales, aunado a la proximidad del corredor a la frontera con Guatemala, plagada de crímenes, que representa riesgos de seguridad.

Teniendo todo esto en cuenta, EIU concluyó que queda claro que el Corredor Transístmico no suplantará al Canal de Panamá; sin embargo, facilitará el tráfico del canal al capturar el exceso de demanda, especialmente de buques más pequeños. Bien podría estimular el desarrollo en el sur de México, pero será muchos años antes de que los retornos se materialicen plenamente.