El cobro de piso ha derivado en el incremento en el precio de producción del limón en México y su cadena comercial, advirtió el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
El limón es un ingrediente esencial en la cocina, una fuente de ingresos para miles de familias y un producto de exportación vital para la economía.
A nivel mundial, México se posiciona como la quinta potencia en cuanto a producción hortofrutícola, siendo el primer productor de aguacate, el segundo de limón y el tercero de berries.
Sin embargo, en los últimos años, el sector del limón mexicano ha enfrentado un desafío de gran magnitud: el incremento en el precio de producción derivado del cobro de piso.
Esta problemática ha tenido implicaciones profundas en los productores y en la industria en general.
Aproximadamente el 75% de la producción se concentra en 4 estados: Veracruz, Michoacán, Oaxaca y Colima.
La variedad que más se produce es el limón mexicano, conocido por su calidad y sabor distintivo, que es un componente fundamental en la gastronomía nacional e internacional.
El cultivo y la comercialización de esta fruta son fuentes de empleo para numerosas comunidades rurales en el país.
Se estima que más de 26 mil familias dependen de la industria del limón, demandando anualmente más de 6 millones de jornales, que generan 262.7 mil empleos directos e indirectos.
Sin embargo, la expansión de aquellos grupos y su práctica de exigir pagos por “protección”, comúnmente denominados “cobros de piso”, han perturbado gravemente a los productores y por consiguiente al resto de la cadena comercial.
Advirtió que los productores se encuentran en una encrucijada, ya que se ven obligados a pagar una parte significativa de sus ganancias a los grupos para garantizar la seguridad de sus operaciones.
Esto, añadió, no solo reduce sus márgenes de beneficio, sino que también crea un ambiente de inseguridad y temor en las comunidades agrícolas.
La cadena de suministro también se ve afectada por esta situación, pues, los intermediarios, transportistas y distribuidores involucrados en el proceso de comercialización del limón enfrentan riesgos y presiones similares.
Ello luego que los altos costos asociados con el cobro de piso pueden traducirse en precios más altos para el consumidor final, impactando la demanda y afectando la economía local e internacional.
Actualmente, el sector productor de esta fruta se encuentra cansado de este tipo de “cuotas” que considera excesivas. La oferta de este cítrico, principalmente de Michoacán, podría verse afectada en caso de seguir con amenazas y perturbaciones en la cosecha. De ser así, el precio del limón podría verse impactado de manera significativa.
De los seis principales municipios productores de limón en Michoacán, la problemática mencionada se encuentra principalmente en Apatzingán, que es el segundo municipio más productivo del estado.
En julio del año corriente, el precio promedio pagado al productor de esta fruta fue de $13.45 por kilogramo y el precio al consumidor en tiendas de autoservicio en la Ciudad de México fue de 37.81 por kilogramo.
Al cierre de la semana el viernes 25 de agosto de 2023 se registraron precios de $22 por kilogramo pagado al productor y $47.81 al consumidor.
Sin embargo, durante el fin de semana y en el transcurso de la semana corriente se han alcanzado precios en expendios de autoservicio entre los $65 y los $80.50 pesos por kilogramo, es decir, el precio pagado al productor tuvo un incremento mensual del 63.6%, mientras que el consumidor ha visto incrementos de precio de más del 75 por ciento en algunas tiendas.