El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya, destacó que para consolidar al sector se requiere de infraestructura y seguridad en la cadena logística, incentivos a los inversionistas, capital humano especializado, transición hacia fuentes de energía renovable, producción de chips, semiconductores y tarjetas de circuitos, entre otros.
Recordó que la industria automotriz está en un cambio histórico a nivel global hacia la electromovilidad, que está abriendo grandes oportunidades que México debe aprovechar rápido, aunado a fortalecer la capacidad de atracción de inversión extranjera directa.
Conforme cifras preliminares de la Unidad de Inteligencia Económica Global de la Secretaría de Economía, entre enero y septiembre la producción de equipo de transporte sumó inversión extranjera directa por alrededor de 7 mil 678 millones 343 mil dólares.
La cifra representa 23.32 de la inversión extranjera de ese periodo por un monto de 32 mil 926 millones de dólares.
Asimismo, observó que el sector contribuye con 4.8% del Producto Interno Bruto (PIB) Nacional, somos el principal generador de divisas y el sector exportador más superavitario; mientras que 32 por ciento de las exportaciones mexicanas provienen de la industria automotriz, consolidándola como un pilar fundamental de la economía nacional.
Además, México se ubica como el séptimo mayor productor de vehículos a nivel mundial y el primero en América Latina; así como el cuarto exportador mundial de vehículos ligeros y el principal proveedor de autopartes a Estados Unidos, además de ser el cuarto productor de autopartes a nivel global.
Zozaya reiteró que resulta fundamental fortalecer nuestra capacidad de atraer Inversión Extranjera Directa (IED) mediante políticas que fomenten el desarrollo de infraestructura logística, así como la mejora de la capacidad y cooperación en áreas críticas como aduanas, puertos, cruces fronterizos, carreteras y ferrocarriles.
Añadió se hace necesario incrementar los incentivos ofrecidos a los inversionistas, como el anunciado recientemente, alineándolos siempre con los compromisos y tratados internacionales.
Aunado a lo anterior impulsar la formación de capital humano especializado para atraer inversiones en nuevas y atractivas áreas para la instalación de nuevas industrias.
Apuntó que más allá de las industrias de armado y ensamblaje, es esencial considerar la apuesta por el mercado de producción de chips, semiconductores y tarjetas de circuitos impresos como una oportunidad estratégica para fortalecer aún más nuestra posición como líder en el mercado global.
