Los llamados a revisión, un reto más para la industria automotriz

ing. Thomas Karig

En días pasados hubo algunas notas dispersas en la prensa mexicana sobre llamados a revisión de automóviles en México. Realmente no fue algo que llamara mucho la atención, y la conclusión es que también en México ya hemos asimilado estas acciones de las empresas automotrices como algo normal.

Yo me acuerdo muy bien que cuando se hicieron las primeras acciones de este tipo en México, los periodistas traducían la palabra “recall” equivocadamente como “retiran del mercado”, evocando imágenes de clientes a los que le quitan los autos porque son inseguros para circular.

Este procedimiento es, como muchas reglamentaciones de este tipo, algo que se inició en los Estados Unidos. Por supuesto tiene su razón de ser, cuando está en peligro la vida de las personas. En un inicio hubo casos muy controvertidos como un tema que casi sacó a Audi del mercado de los EUA en los 80s con un tema de “aceleración no intencional” de autos automáticos. Nunca se demostró que los autos tenían una falla, pero Audi cometió el error de insistir de que se trataba de errores de operación, lo cual (aunque fuera cierto) se percibió como una burla hacia el consumidor.

Otro caso muy sonado fue el de Toyota en los dos miles, que sí tenía un tema con pedales que se atoraban, pero durante varios años la empresa no le dio la importancia debida al tema. Y nadie se salva: llantas Firestone en camionetas Ford que propiciaban volcaduras, autos GM con switches de encendido que se apagan solos, etcétera.

La nota hace un par de meses en los EUA fue: los llamados a revisión, con tendencia a la baja.

En 2017, 30 millones de autos fueron llamados a revisión en ese país, en proporción con 17 millones de autos nuevos que se vendieron en ese año.

En 2014 a 2016 habían sido 50 millones de autos que tuvieron que regresar al taller cada año.

En estos tres años cae el caso más grande de la historia, de 42 millones de autos equipados con airbags de Takata que cuando detonan, en algunos casos pueden lastimar a los ocupantes.

¿Por qué se presentan estas dimensiones en los EUA? Si vemos hacia otros países, por ejemplo Alemania, encontramos que la frecuencia es algo así como una quinta parte de lo que encontramos en los EUA. Una buena parte del fenómeno se explica por el sistema judicial que en los EUA permite demandas por cualquier motivo, y que eventualmente asignan compensaciones multimillonarias que benefician en primer lugar a los abogados que promueven las demandas colectivas.

Ante ese riesgo, las armadoras prefieren llevar a cabo acciones de servicio, a pesar del alto costo que eso implica. Adicionalmente, las leyes en los EUA obligan a las armadoras reportar cualquier incidente relacionado a seguridad, aún si este no ocurre en el territorio estadounidense.

No hay la menor duda que los autos de hoy son cada vez más seguros y de mejor calidad. Claro que por otro lado la complejidad tecnológica incrementa la posibilidad de errores. En el futuro, surgirán nuevos retos relacionados con la vulnerabilidad de los sistemas digitales.

Pero regresar a lo simple tampoco es la solución. Uno de los primeros autos fuertemente criticados por su aparente inseguridad en los EUA fue el Vochito de VW, hasta que la empresa lo retiró del mercado a principio de los ochenta en ese país. Entre los puntos criticados se decía que era difícil de controlar…pues sí, ¡había que saber manejar!

Escúchame cada segundo lunes en Radio Imagen Puebla, FM 105.1, a las 8:40 PM. Más información sobre estos y otros temas en mi sitio web www.tkonsult.com.mx.        

Please publish modules in offcanvas position.