El pulso de la Industria / ¿Por dónde anda el T-MEC?

Por: Thomas Karig

Ya pasaron más de 5 meses desde que se firmó el T-MEC, y poco se ha sabido del proceso de ratificación que todavía falta para ponerlo en funcionamiento. Mientras, las empresas siguen operando bajo las reglas del TLCAN, y con gran éxito para México incrementando aun mas las exportaciones a los EUA. Pero claro que la espada de Damocles sigue en el aire, con la incertidumbre de que el nuevo acuerdo podría no ratificarse, o atrasarse aún más.

El nerviosismo también lo sienten los políticos. El vicepresidente de los EUA, Mike Pence, recientemente le recordó a su congreso que bajo el TLCAN las nuevas plantas automotrices se instalaron en México, y no en los EUA. Y esto, dice Pence, debe cambiar en el futuro con las nuevas reglas de origen del T-MEC, una vez que estas estén en vigor.

Esas declaraciones coinciden con la publicación del reporte de la Comisión de Comercio Internacional de los EUA, respecto a los impactos probables del T-MEC sobre la economía estadounidense y algunos sectores específicos. El reporte, cuyo destinatario es el Congreso de los EUA, explica en gran detalle, y en 380 páginas, los resultados de un modelo econométrico que simula el impacto de las nuevas reglas del T-MEC sobre la economía de los EUA.

Según el estudio, los principales impactos se derivan de la reducción de incertidumbre en el comercio electrónico, y de las nuevas reglas de origen del sector automotriz. El sector servicios, que es el de mayor importancia en los EUA, se verá beneficiado por la certeza que se establece para la transferencia de datos, para los servicios que se proporcionan a través de las fronteras, y para la protección de inversiones.

El estudio concluye que el T-MEC podría incrementar el PIB de los EUA en un 0.35% y generar 176,000 nuevos empleos. Lo interesante del resultado es que la mayor parte de los empleos se generan en el sector servicios (124,000), no tanto en la industria, y solo 28,000 empleos en la industria automotriz.

Las reglas de origen para los automóviles que mencionaba el Sr. Pence podrían incrementar la producción y el empleo en la industria de autopartes de los EUA. Pero al mismo tiempo el incremento de costos aumentaría los precios de los autos, y con ello se reduciría su venta y producción. Estima el estudio que los precios de los autos podrían subir entre 0.4 y 1.6%, lo cual reduciría la demanda en los EUA en 140.000 autos/año, impactando a ensambladoras en EUA y México.

En el lado mexicano, la tarea pendiente para ratificar el T-MEC era la implementación de la Reforma Laboral, la cual ya está encaminada. Su impacto real es incierto y va a ser tardado, y el tema de la justicia laboral seguirá generando discusiones y dudas también en el Congreso estadounidense cuando se trate de ratificar el T-MEC.

Porque al final del día, las cifras que el estudio nos presenta son de un impacto tan reducido que apenas serán perceptibles para la ciudadanía. Es más redituable el discurso político sobre la desigualdad en los salarios de los trabajadores, en ambos lados de la frontera. Falta ver cual va a ser el efecto de la libertad de afiliación sindical que promueve la reforma. Porque también los trabajadores podrán optar por no afiliarse ningún sindicato, como sucede en muchas plantas automotrices del sur de los EUA. Ya veremos.

Para saber más de este y otros temas, pueden consultar mi sitio web www.tkonsult.com.mx

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