El Pulso de la Industria / Mercado automotriz en México: crisis o normalidad?

Por: Thomas Karig

En los últimos meses, hemos escuchado comentarios preocupados de comercializadores y de analistas, sobre la continua caída de las ventas de vehículos en México. Desde que se estableció el récord de ventas en 2016 con 1.6 millones de vehículos, las cifras han estado bajando, a 1.5 millones en 2017 y 1.4 millones en 2018. Y en este año 2019 es probable que se alcancen solo 1.3 millones. Por un lado, se podría afirmar que este sigue siendo un nivel no tan malo, tomando en cuenta que hasta antes de la crisis del 2009 el mercado apenas había rebasado el millón.

Por el otro, la dinámica de crecimiento que vimos entre 2010 y 2016 atrajo a nuevas marcas, que motivaron a sus distribuidores a hacer importantes inversiones en nuevas agencias, las cuales obviamente ahora están rindiendo menos.

Por supuesto, el principal factor que influye las ventas es el costo del crédito y la confianza del consumidor en su propia capacidad de pago. También han afectado los incrementos de precios después de 2016 a raíz de la devaluación del Peso.

Pero hay razones para pensar que las ventas de autos nuevos deberían ser más altas en México. Una es el comparativo con otros países de cuantos autos se venden por cada 1000 habitantes. En México fueron 11.4 en 2018, mientras que en China fueron 16.4.

Otra de las oportunidades del mercado es la antigüedad de su parque vehicular. La mitad de los vehículos tienen más de 15 años en circulación, y generan problemas de contaminación y de seguridad vial, con un costo considerable de salud pública y de vidas humanas. La importación descontrolada de autos usados ha agravado esta problemática.

Hace falta entonces inducir la substitución de vehículos antiguos por nuevos, con regulaciones aplicadas en todo el territorio nacional. Se activarían los mecanismos del mercado donde el dueño de un auto obsoleto compra uno usado en buenas condiciones, éste a su vez es sustituido por un seminuevo, y finalmente se incrementa la venta de autos nuevos.

Algunas medidas posibles, emulando las prácticas en otros mercados, son:

• La aplicación uniforme de la verificación de emisiones en todos los estados
• La creación de normas de condiciones físico-mecánicas, aplicables a todos los vehículos que circulan, y que son verificadas a través de revistas periódicas obligatorias
• Un programa de Chatarrización con enfoque ambiental y de seguridad, que compense a los dueños de los vehículos que se sacan de circulación
También hay medidas fiscales que incentivarían la renovación del parque vehicular:
• Eliminar el Impuesto sobre Automóviles Nuevos, que es adicional al IVA
• Volver a aplicar una tenencia federal, pero con criterios ambientales, pagando menos el que menos contamina, o el que menos CO2 emite, y éste normalmente sería el auto más nuevo.
• Permitir la deducibilidad total de vehículos para empresas, negocios y personas físicas con actividad empresarial

Es evidente que algunas de estas medidas pueden afectar a los dueños de vehículos obsoletos y generar una discusión de justicia social. Por el otro lado se trata de la aplicación de leyes que pretenden proteger la vida humana y el medio ambiente, a través de incentivar la venta de autos nuevos. El estado y la sociedad en México tendrán que valorar cual es el bien más relevante.

La industria automotriz mexicana no está demasiado preocupada por lo que pasa en el mercado interno. Más del 80% de la producción se va a la exportación, y ese negocio sigue prosperando. Mientras eso siga siendo el caso, no hay crisis en la industria automotriz.

Si quieres saber más sobre este y otros temas, consulta mi sitio web www.tkonsult.com.mx 

 

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