La renegociación de la deuda con tres instituciones financieras es positiva ya que ayudará a bajar la presión de corto plazo sobre las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex), mientras que una posible mayor asignación futura a la exploración y producción petrolera de los recursos liberados con la menor carga fiscal, abonará a la estabilización en la plataforma de producción petrolera.
Así lo destacaron Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano de BBVA Bancomer en su análisis macroeconómico al considerar que para resolver el problema estructural de los relativos bajos niveles de inversión de Pemex en las actividades de exploración y producción petrolera, es necesario que se reactive lo más pronto posible el modelo de negocio a través de farmouts.
Pemex firmó una carta compromiso con tres instituciones financieras para refinanciar dos mil 500 millones de dólares de su deuda, también renovó dos líneas de crédito por cinco mil 500 millones, ampliando el plazo de tres a cinco años.
La renovación y el refinanciamiento corresponden a líneas de crédito comprometidas con vencimientos hacia finales de 2019 y principios de 2020.
De acuerdo con un comunicado de Pemex, el acuerdo mencionado se sitúa como la operación bancaria más grande de una empresa de energía en Latinoamérica, así como la operación bancaria más grande en la historia de la empresa petrolera. Es importante mencionar que la administración anterior de Pemex había dejado firmada esas líneas de crédito de ocho mil millones de dólares y que la renovación pretende ampliar el plazo y reducir el costo financiero.
En otro anuncio dado a conocer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se aligerará la carga fiscal a Pemex al permitirle que pueda subir el techo de un promedio de 150 mil a 400 mil barriles diarios para los cuales ya no pagará el Derecho por Utilidad Compartida (DUC) en relación a las migraciones de asignaciones a contratos petroleros. Lo anterior permitirá que algunos campos vuelvan a ser operados después de que el DUC imposibilitara que fueran rentables. Así, Pemex accederá a mejores condiciones fiscales para los campos que decida migrar a este régimen, el cual es producto de la Reforma Energética.
El comunicado de Pemex también señala que el incentivo fiscal significará una reducción de al menos 30,000 millones de pesos hacia el final del ejercicio fiscal del presente año. Esta disminución en la carga fiscal coadyuvará a que Pemex pueda asignar más recursos a las actividades de exploración y producción petrolera, contribuyendo adicionalmente a la mejora de su balance financiero.