Advierten riesgos por crisis financiera en 2020

Estrategas del banco JP Morgan crearon un modelo destinado a medir cuándo y con qué gravedad podría llegar la próxima crisis financiera, pues todo apunta a que los inversores deberían estar preparados para 2020.

Los especialistas vaticinan una recesión menos dolorosa que los episodios pasados, sin embargo, los bancos centrales no podrán usar los 'chorros' de liquidez que ayudaron a suavizar el duro golpe de 2008, puesto que los balances de estas instituciones apenas están empezando a disminuir y la próxima crisis financiera llegará en poco más de un año.

El modelo de JP Morgan obtiene sus conclusiones en función de una serie de variables, como la extensión de la expansión económica, la duración potencial de la próxima recesión, el grado de apalancamiento de los agentes, las valoraciones de los precios de los activos y el nivel de desregulación e innovación financiera previo al comienzo de la crisis.

Asumiendo una recesión de tipo medio, el modelo muestra unas estimaciones de caídas de precios en acciones y bonos mucho más suaves que las de la crisis de 2008, según un reporte publicado por el sitio economiahoy.

Destaca que la corrección de los índices bursátiles en Estados Unidos será del 20 por ciento, se producirá un incremento de la rentabilidad de los bonos corporativos de calidad de 1.15 puntos porcentuales, una caída del 35 por ciento en los precios de la energía (petróleo), junto con una corrección del 29 por cientode los metales.

Advierte que la peor parte podrían llevársela los emergentes cuyas bolsas caerían un 48 por ciento y los bonos soberanos de esos países incrementarían su prima de riesgo (respecto a los de Estados Unidos) en 2.79 puntos porcentuales.

Lo que no apuntan estos economistas es la extensión de esta crisis, si bien puntualizan que una corrección de tal magnitud se enmarcaría en una recesión de duración media (alrededor de los 18 meses).

"En todos los activos, estas proyecciones parecen moderadas en comparación con lo que ocurrió en la última crisis", aseguran los estrategas de JP Morgan John Normand y Federico Manicardi, señalando que durante la recesión y la crisis financiera mundial posterior, el S&P 500 se hundió un 54 por ciento desde su pico.

Marko Kolanovic, analista senior de JP Morgan, cree que que el gran cambio que se ha producido desde la inversión realizada de forma activa por gestores hacia una gestión más pasiva (a través del aumento de los fondos indexados, los fondos negociados en bolsa ETFs y las estrategias de negociación basadas en criterios cuantitativos) ha aumentado el peligro de interrupciones del mercado bruscas. Kolanovic asegura en una nota que existe potencial para una futura "gran crisis de liquidez".

Esto quiere decir que los inversores que busquen vender en plena caída algunos activos podrían no encontrar una contraparte que quiera comprarlo. Sin embargo, la gestión activa suele protagonizar este papel, comprando grandes cantidades de activos durante las caídas bruscas del mercado.

 

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