El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se sumó a la firma del “Pacto Oaxaca”, marco en el que planteó “necesitamos mensajes de confianza” y anunció un corredor para gas entre los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, recuperando las refinerías de ambas zonas y redes de ductos y ferroviaria para hacer una zona franca que cuente con incentivos fiscales.

En el marco de Pacto Oaxaca, para un desarrollo industrial socialmente incluyente y el fomento de las actividades productivas, empleo y bienestar, se comprometió a resolver el tema de la falta de gas en la región.

Afirmó que uno de los proyectos más rentables es llevar el gas por el Istmo de Coatzacoalcos a Salina Cruz en 220 kilómetros de línea recta para su envío a otros países, con el mismo potencial que Panamá “y mucha oportunidad por el costo de combustibles”.

Ante integrantes de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), postuló un desarrollo horizontal con el rescate al campo y que este aporte bienestar, paz y tranquilidad.

Progreso sin justicia, es retroceso, ya no queremos eso, añadió.

Definió que el nuevo paradigma –como dirían los tecnócratas, dijo- considera el apoyo de micros y pequeñas empresas, el comercio y el campo para un desarrollo desde abajo y con la gente, modernidad, preservando los usos y costumbres de las comunidades, como el Tequio, que en el caso de carreteras y caminos permitió abrir 50 frentes de trabajo.

Mientras, el segundo eslabón se desarrolla con grandes proyectos como el energético, el rescate del Istmo, el Aeropuerto en Santa Lucía, mientras que el tercero es dar facilidades para la inversión privada con la simplificación en el pago de impuestos, no aumento ni creación de nuevos gravámenes, no aumento en el precio de los energéticos en 2020 en gasolinas, Diesel, gas y electricidad, así como atracción de la inversión extranjera que está apostando por México.

Postuló que todo  ello irá acompañado de un auténtico Estado de Derecho que ya se está llevando a la práctica, con respeto a la legalidad y las leyes, sin farsas, donde se respeta en forma y se violenta en el fondo.

Definió que se mantendrá la buena relación con Estados Unidos, persuadiéndolos de que lo mejor es la cooperación para el desarrollo, no aranceles ni medidas de fuerza, sino trabajando de manera coordinada.

Planteó crear condiciones para lograr un crecimiento nacional del cuatro por ciento y para el Sur Sureste generar la participación de la inversión privada, pues ya se cuenta con proyectos importantes como el Tren Maya con una inversión de 150 mil millones de pesos de recursos públicos.

Recalcó la recuperación de la industria petrolera, donde solamente 50 por ciento de la inversión se destinaba al Sureste, en contraste con la actual administración que aporta 90 por ciento e inversiones en 22 campos petroleros, así como la recuperación de refinerías y la futura construcción de Dos Bocas, en Tabasco con ocho mil millones de dólares.

En la presentación de la alianza estratégica “hacia un Sur-Sureste del Futuro”, que involucra a los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán), clamó recuperar valores desde los pueblos y comunidades, desde la familia, a la que definió como la institución de seguridad social más importante del país.

Resaltó el acuerdo generado entre los sectores para lograr el desarrollo de la región Sur Sureste, así como de los gobernadores, al ser este “un asunto de justicia” al quedar abandonada esta zona del país.