Estiman vacuna para coronavirus después de 12 a 18 meses

Una vacuna contra el coronavirus no podrá ser desarrollada y comercializada antes de doce a dieciocho meses estimó la industria farmacéutica. 

"Nuestra estimación es que tomará entre doce y dieciocho meses mínimo hasta que una vacuna esté disponible en el mercado", dijo el vicepresidente ejecutivo de la farmacéutica Sanofi Pasteur, David Loew.

De acuerdo con Loew, "hay una (vacuna) candidata en la fase uno del ensayo clínico y varias otras cerca de ese punto. Podemos intentar ir muy rápido, trabajar con las autoridades reguladoras para reducir los plazos, pero no podemos sacrificar los requisitos de seguridad y eficacia porque las vacunas deben inyectarse a gente sana".

El vicepresidente y científico en jefe de la farmacéutica Johnson & Johnson, Paul Stoffels, confirmó que "doce a dieciocho meses es lo mínimo que se necesita" para que una vacuna esté disponible, un esfuerzo en el que se aprovechará todo el conocimiento adquirido en las investigaciones recientes para encontrar una vacuna contra el ébola y el zika.

"No podemos hacer concesiones en cuestiones como seguridad y eficacia porque esto puede ocasionar también que la gente pierda confianza en otras vacunas", afirmó, por su parte, el presidente de la farmacéutica estadounidense Eli Lilly, David Ricks.

Por su parte, el presidente de la IFPMA, Thomas Cueni, aseguró que nunca antes se había visto un esfuerzo tan grande de farmacéuticas, firmas de biotecnología, investigadores de la academia y organismos reguladores para que en cuestión de días se aprueben estudios sobre medicamentos y vacunas contra el coronavirus, un trámite que en tiempos normales lleva meses.

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a la industria farmacéutica nacional que acelere la investigación y producción de medicamentos y vacunas para su país.

 

El consejero delegado de la farmacéutica suiza Roche, Severin Schwan, alertó sobre poner en riesgo la cadena de suministro global que permite que su compañía siga produciendo, en particular las pruebas de diagnóstico del coronavirus que se están utilizando en numerosos países.

"El test que hemos distribuido en todo el mundo es producido en Estados Unidos, los instrumentos en Suiza y los consumibles en Alemania. Así que, si no hay una cadena de aprovisionamiento internacional, nadie en el mundo podrá hacerse una prueba", indicó.

Please publish modules in offcanvas position.