Trabajadores de Amazon en Alemania se declararon en huelga parar reclamar mejores salarios en una de las jornadas de más actividad del año, el Black Friday.

Agencias internacionales informaron que grupos de defensa de los derechos de los consumidores en Gran Bretaña y en algunos otros países sostienen que las tiendas emplean el reclamo de las rebajas del Viernes Negro para atraer a los clientes, pero no siempre está claro cómo de reales o grandes son los descuentos.

En París, manifestantes por el clima bloquearon uno de los enormes centros de distribución del minorista para protestar por la sobreproducción que, según denuncian, está matando al planeta.

Para los activistas franceses, el Black Friday es el epitome de este cambio, un evento puramente comercial diseñado para impulsar las ventas de los minoristas estadounidenses antes de la Navidad, un símbolo del capitalismo desbocado.

Una investigación de una asociación de consumidores británica mostró que el 61 por ciento de los productos anunciados como rebajados para el Viernes Negro, eran más baratos o tenían el mismo precio en los días previos y posteriores.