Japón quiere proteger a su industria automovilística de los posibles aranceles que aplique Estados Unidos, una vez que el Departamento de Comercio dé a conocer el resultado de su investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Comercio, que alega motivos de seguridad nacional. 

El ministro de Revitalización Económica nipón, Toshimitsu Motegi, se reunió ayer en Washington con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, con la intención de acercar posiciones en un momento en que la brecha comercial de Washington con la tercera mayor economía mundial ascendió en 2017 hasta los 68 mil 850 millones de dólares.

El inicio de las conversaciones entre Motegi y Lighthizer tiene como intención buscar alternativas, bien para un posible acuerdo de libre comercio entre ambos países, -aunque Tokio prefiere que dicha situación se dé bajo el marco del Tratado Transpacífico de Cooperación Económica- o para ofrecer concesiones a Washington, según un reporte de economíahoy.

El reporte refiere que Japón  exporta vehículos y autopartes por valor de 56 mil millones de dólares a Estados Unidos, por lo que un gravamen de entre el 20 y el 25 por ciento podría hacer mella a una de sus industrias más florecientes.

Los expertos apuntan que la nación nipona podría seguir la pauta de Bruselas y plantear una mayor compra de productos agrícolas de Estados Unidos como moneda de cambio que permita a Trump declarar su victoria de cara a las legislativas y a Abe blindar a la industria automotriz patria.