El Pulso de la Industria / Trump o Biden – ¿a quién le vamos?

Por Thomas Karig

Las elecciones en los Estados Unidos serán en un par de días, y una pregunta que se hacen muchos es cuál de los dos candidatos es mejor para México. En principio, para México debe dar igual que gane cualquiera de los dos candidatos, porque por lo menos en el corto plazo no se verá gran diferencia en el desempeño económico de Estados Unidos y por lo tanto en el impacto sobre la economía mexicana.

Afortunadamente, algo que ha sido evidente durante los 4 años de Trump, es que en el mundo globalizado de hoy las empresas se manejan con mucha independencia de las corrientes políticas, a pesar de las restricciones a las cuales se les pretende sujetar. Una buena muestra de ello fue el proceso de renegociación del TLCAN, donde a pesar de mucha retórica proteccionista el gobierno de los EUA aceptó que la continuidad de esta relación trilateral no tenía alternativa.

Para la industria automotriz, el T-MEC si tiene consecuencias que desde un punto de vista de costos y competitividad internacional se pueden calificar de retadoras, pero las nuevas reglas son cumplibles. Sin duda le agregan exigencias adicionales a la industria en México, pero también en los Estados Unidos y en Canadá. Hay quienes dicen que Biden podría ser más estricto en la aplicación del capítulo laboral, del medio ambiente y anticorrupción del T-MEC, pero eso no necesariamente se tiene que ver como negativo.

Afortunadamente, en la industria automotriz mexicana las grandes inversiones se decidieron antes del Sr. Trump, las plantas están construidas y están funcionando. El reto para México es mantenerlo así, y procurar que las capacidades, una vez instaladas, se aprovechen. La ventaja que México tiene, es que eso se pude lograr no solamente exportando a los Estados Unidos, sino a muchos otros países del mundo.

Más allá de México, para el futuro del mundo si es necesario que cambie el gobierno de los EUA. El simple hecho de negar el impacto del cambio climático es irresponsable, y puede tener consecuencias más catastróficas que la pandemia que estamos viviendo. Ya vimos que Trump no tiene la menor idea de cómo enfrentar este tipo de fenómenos.

Y muchos políticos del mundo, sobre todo en Europa y America Latina, van a estar agradecidos de ya no tener que tratar a este presidente de los EUA.

Hoy en día muchas empresas están adoptando una gestión empresarial basada en la integridad, el cumplimiento y la gestión responsable de riesgos, porque están convencidas que eso va a mejorar el desempaño de sus negocios. Y precisamente es un movimiento que es liderado por el empresariado de los EUA. El año pasado, el Business Roundtable que integra a las 190 empresas más importantes de los EUA y con ello del mundo, declaró que abandonaban la primacía de servir solo a los accionistas y que iban a tomar en cuenta las necesidades y expectativas de todos sus grupos de interés, incluyendo a sus colaboradores, sus proveedores y sus comunidades. El fondo de inversión más grande del mundo, Blackrock, que maneja 7 millones de millones de dólares, ha advertido a las empresas en las cuales invierte, que deben, no solo tomar en cuenta, sino también mitigar, el impacto del calentamiento global.  En México, el CCE publicó sus 10 Principios de Dimensión Social, que van básicamente en la misma dirección.

Pero es difícil que las empresas sostengan estos principios cuando el gobierno no lo hace. Justamente ahora, cuando los empresarios están tomando conciencia de la importancia de tomar un rol más activo en el porvenir de la sociedad, necesitamos gobiernos que acompañen ese esfuerzo. Por eso, es de esperar que Joe Biden sea el próximo presidente, y hay razón para el optimismo porque cada vez se escuchan más voces en los mismos Estados Unidos diciendo que 4 años de Donald Trump fueron suficientes.

 

 

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