La gira de AMLO en Sudamérica

El presidente López Obrador pocas veces ha salido del país en lo que va de su administración, sólo 4 veces a Estados Unidos y una vez a Centroamérica; en esta ocasión su gira incluye visitas a Colombia y Chile, países donde los presidentes Gustavo Petro y Gabriel Boric respectivamente han arribado al poder a través de propuestas de izquierda.

La primera parada fue en Colombia donde la entrevista con el presidente Petro giró en torno a problemas que se tienen en común, el narcotráfico y la migración. Precisamente en la clausura de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe de Drogas recibieron las conclusiones sobre nuevos enfoques sobre la problemática que afecta a ambas naciones.

Tal vez esta sea un punto de partida para plantear una nueva política de drogas para hacer frente a las realidades como las adicciones y muertes por sobredosis, el narcotráfico o incluso enfoques ancestrales y tradicionales de algunas plantas como la hoja de coca.

El presidente López Obrador aseguró que los pueblos de México y Colombia “siempre se unirán en la búsqueda de la libertad, de la justicia, de la democracia y en la defensa de nuestras soberanías”.

En su segunda visita oficial el presidente llegó a Chile para conmemorar los 50 años del golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende comandado por Augusto Pinochet.

Boric agradeció el papel que jugó México a través de su embajada después del Golpe de Estado brindando refugio a perseguidos y a la misma familia del expresidente Salvador Allende.

El presidente mexicano recordó sus años de estudiante de Ciencias Políticas en la UNAM donde le tocó conocer sobre el asesinato de Allende a quien le reiteró su admiración es el dirigente extranjero que más admiro, quien más sentimientos me genera”, ha dicho el presidente mexicano. “Fue un humanista, un hombre bueno, víctima de canallas. Se decía en aquel tiempo, hablando precisamente del presidente Allende, que ser joven y no revolucionario, era una contracción. Pero ser revolucionario no necesariamente indica tomar las armas. Allende eligió un camino diferente, aun cuando muchos opinaban que solo mediante las armas podría mantenerse en la presidencia”

La visita de Estado a ambas naciones que apenas empiezan a instrumentar políticas públicas de izquierda que venían de gobiernos neoliberales habla de un respaldo de México como líder de la región latinoamericana y sobre la viabilidad de trabajar con un gobierno humanista donde se respeten los derechos humanos, se fomente el desarrollo económico, se combata a la corrupción y con esto se pueda disminuir las brechas de desigualdad que todavía existen.

AMLO llevó a Sudamérica su visión que tanto le ha retribuido políticamente desde hace dos décadas, “La estrategia política que seguimos, y nos da buenos resultados, se puede resumir en la frase, por el bien de todos, primero los pobres”.

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