René Sánchez Juárez
Cada vez está más cerca el mes de noviembre cuando los ciudadanos estadounidenses elijan nuevamente entre dos proyectos, como históricamente lo han hecho entre republicanos y demócratas.
Después de cómo terminó el primer mandato de Donald Trump en medio de la toma del Capitolio, se dudaba mucho sobre su futuro político y que la figura de Joe Biden y Kamala Harris iban eclipsar la administración tan polémica del republicano.
Después de diversas acusaciones en contra de Trump precisamente por la toma del Capitolio, todo indica que nuevamente se hará con la nominación de candidatura republicana y será nuevamente contra Biden quien busca la reelección.
El presidente demócrata escogió el discurso sobre el estado de la Unión, como un acto simbólico para iniciar su campaña, frente a demócratas y republicanos se pronunció sobre los temas más polémicos de su administración y sobre los que Trump lo ha cuestionado.
Las críticas a su antecesor sin llamarlo por su nombre, "Mi predecesor incumplió el deber más básico que cualquier presidente le debe al pueblo estadounidense: el deber de preocuparse" la crítica fue por el papel del expresidente por el manejo de la pandemia.
Mientas que Trump reaccionaba al mismo tiempo en su red social "Biden está huyendo de su historial y miente como loco para tratar de escapar de la responsabilidad por la horrible devastación que él y su partido han creado".
Tal vez el principal problema que tendrá Biden en esta campaña son las críticas sobre su salud y edad avanzada que lo han llevado a cometer errores de coordinación y a veces se ha mostrado distante y perdido, por lo que comentó "Sé que puede que no lo parezca, pero he existido por un tiempo".
Siguiendo el guion demócrata “es la economía, estúpido”, aquella frase que resumió la campaña de Clinton para que se enfocara en el tema. Biden se enfocó a enlistar sus logros económicos durante su primer mandato. Calificó la reactivación económica de Estados Unidos como "la mayor historia de una remontada jamás contada".
Propuso un crédito fiscal para los compradores de viviendas nuevas, cuyo poder adquisitivo se ha visto erosionado por las tasas hipotecarias más altas. También pidió ampliar el límite al gasto en medicamentos recetados para todos los estadounidenses que tengan seguro médico y aumentar los impuestos a las corporaciones.
En cuanto política exterior, se enfocó en dos cuestiones, primero sobre seguir apoyando a Ucrania, pero en donde aún no encuentran un consenso con todos los demócratas es la guerra de Gaza que hay sectores que impulsan el alto al fuego y otros apoyan a Israel.
Aún faltan ocho meses para la elección, y por haber recorrido la toma de posesión en nuestro país, en esta ocasión no habrá reunión entre presidentes electos de ambos países lo que sin duda mandaba un gran mensaje de unidad y respeto entre naciones vecinas.
Las encuestas aun no muestran a un candidato favorito para dirigir a los Estados Unidos por los próximos cuatro años, por lo que será una campaña interesante para los electores.
