La muerte de la reina Isabel II desencadenó la escasez de flores en Londres ante la tradición occidental de dejar recuerdos; además, la altísima imagen que gozaba la monarca desencadenó que decenas de miles de ingleses se acercaron a Green Park para llevar alguna ofrenda.
De acuerdo con medios de Inglaterra, desde enormes ramos hasta simples rosas individuales, cada uno llevó durante el fin de semana la ofrenda que pudo o que consiguió, porque las tiendas que venden flores en Londres ya no tienen más stock disponible.
En una nota por Pablo Petovel, se dio a conocer que las flores luego se convertirán en abono, de la misma manera que se hizo en los jardines del Palacio de Kensington después de la muerte de Lady Di.
Las ofrendas florales también se están dejando en otros palacios reales, como en Balmoral, Sandringham y Windsor.