Genera COVID-19 efectos secundarios en ciberseguridad

IBM Security reveló que las preferencias por la conveniencia a menudo restan importancia a las preocupaciones de seguridad y privacidad de las personas encuestadas, lo que deriva en la elección de contraseñas inseguras y otros comportamientos relacionados con la ciberseguridad.

Según los resultados de una encuesta global que examina los comportamientos digitales de los consumidores durante la pandemia, así como el impacto potencial que pueden tener en la ciberseguridad en el largo plazo, el enfoque laxo de los consumidores hacia la seguridad, combinado con la rápida transformación digital por parte de las empresas durante la pandemia, puede aumentar el ‘arsenal’ disponible para que los atacantes propaguen ciberataques en todas las industrias, desde ransomware hasta robo de datos.

Según el IBM Security X-Force, los malos hábitos de seguridad personal también se podrían trasladar al lugar de trabajo y conducir a costosos incidentes de seguridad para las organizaciones, con credenciales de usuario comprometidas que representaron una de las principales fuentes de ciberataques reportados en 2020.

La encuesta global a 22 mil  personas en 22 mercados, realizada por Morning Consult en nombre de IBM Security, identificó los siguientes efectos de la pandemia en los comportamientos de seguridad del consumidor:

Las personas encuestadas crearon en promedio 16 nuevas cuentas en línea durante la pandemia, siendo parte del equivalente de miles de millones de nuevas cuentas creadas en todo el mundo.

Con el 45 por ciento reportando que no planea eliminar o desactivar estas nuevas cuentas, esos consumidores tendrán una mayor huella digital en los próximos años, lo cual amplía en gran medida la superficie de ataque de los ciberdelincuentes.

La sobrecarga de cuentas condujo a la fatiga de las contraseñas: El aumento en la cantidad de cuentas digitales ha llevado a comportamientos laxos en contraseñas entre los encuestados, el 83% admite que reutilizan las credenciales al menos parte del tiempo.

Esto significa que muchas de las nuevas cuentas creadas durante la pandemia probablemente se basaron en combinaciones de correo electrónico y contraseña reutilizadas, que ya podrían haber estado expuestas a través de filtraciones de datos durante la última década.

La comodidad a menudo pesó más que la seguridad y la privacidad: Casi 1 de cada 2 baby boomers encuestados en México, preferiría realizar un pedido mediante una aplicación o sitio web potencialmente inseguro en lugar de llamar o ir a una ubicación física en persona. Con estos usuarios más propensos a pasar por alto las preocupaciones de seguridad por la conveniencia de los pedidos digitales, es probable que la carga de la seguridad recaiga aún más en las empresas que brindan estos servicios para evitar el fraude.

Conforme los consumidores se inclinan más hacia las interacciones digitales, estos comportamientos también tienen el potencial de estimular la adopción de tecnologías emergentes en una variedad de entornos, desde telesalud hasta la identidad digita.

 “La pandemia ha causado un aumento de nuevas cuentas en línea, pero la creciente preferencia de la sociedad por la conveniencia digital puede tener un costo para la seguridad y la privacidad de los datos”, comentó Charles Henderson, Global Managing Partner y Director de IBM Security X-Force.

“Las organizaciones ahora deben considerar los efectos de esta dependencia digital en su perfil de riesgo de seguridad. Con contraseñas volviéndose cada vez menos confiables, una forma en que las organizaciones pueden adaptarse, más allá de la autenticación multi-factor, es optar por un enfoque de 'confianza cero', aplicando inteligencia artificial y analítica avanzados en todo el proceso para detectar amenazas potenciales, en lugar de asumir que un usuario es confiable luego de la autenticación”.

La firma destaca que durante la pandemia, los canales digitales se convirtieron en un componente crucial para abordar las demandas masivas de vacunas, pruebas y tratamiento de COVID-19.

Por ello, la adopción por parte de los consumidores de una amplia variedad de canales digitales para los servicios relacionados con COVID-19 puede estimular una mayor interacción digital con los proveedores de atención médica en el futuro al reducir la barrera de entrada para nuevos usuarios, según un análisis de IBM Securit.

De acuerdo con la encuesta: los consumidores interactuaron con servicios relacionados con la pandemia[5] a través de algún tipo de canal digital (web, aplicación móvil, correo electrónico y mensaje de texto).

Si bien los sitios y aplicaciones web fueron el método más común de interacción digital, las aplicaciones móviles también tuvieron un uso significativo, principalmente en personas entre los 18-34 años.

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