La tasa de evasión en México sobre el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) representa 18.7 por ciento, una proporción que genera pérdidas de ingresos tributarios equivalentes al 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según el reporte anual Estadísticas de Ingresos Tributarios 2021.

El reporte a cargo de expertos fiscales de  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), así como el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), la evasión es más común entre los trabajadores por cuenta propia que entre los empleados.

"Tratándose  de pérdidas de ingresos tributarios como porcentaje del PIB que son cinco veces más altos para las personas físicas que desarrollan actividades comerciales, que para los asalariados". 

Según los resultados, las empresas también suelen sustraerse de su responsabilidad fiscal, y estiman que la tasa de evasión en impuestos a la sociedad, asciende a 19.9 por ciento, lo que supone pérdidas de ingresos tributarios superiores al cuatro por ciento del PIB.

Destaca que esta práctica genera también perdidas significativas en otros países de América Latina y el Caribe, pues los ingresos no recaudados debido al incumplimiento fiscal en la región, son calculadas en 6.1 por ciento del PIB en 2018, principalmente en relación con el Impuesto Sobre la Renta de 3.8 por ciento del PIB y el IVA de 2.3 por ciento del PIB).

En ese contexto, el Jefe de la división fiscal en el BID, Emilio Pineda, explicó que la evasión y tratamientos tributarios especiales en un país promedio de la región, superan pérdidas equivalentes al nueve por ciento del PIB.

De ahí la relevancia de avanzar en atajarlos, al tiempo de subrayar que las estrategias para fortalecer los ingresos públicos sin impactar la recuperación económica ni afectar el atractivo a la inversión, podría comenzar precisamente por limitar la evasión y elusión.