México se convirtió en el segundo mayor receptor de remesas del mundo en 2021, cuando recibió un récord de 51.594 millones de dólares, el equivalente a cuatro por cidnto del PIB, mientras que las proyecciones en la captación de este recurso son de crecimiento a niveles de 18 por ciento.

Según un estudio de la empresa de remesas WorldRemit, el 78 por ciento de los inmigrantes encuestados que viven en Estados Unidos han notado un incremento en el costo de vida; como resultado, el 63 por ciento envían dinero al extranjero a menos personas como resultado del aumento del costo de vida y el 74 por ciento ahora solo lo envía a familiares cercanos.

"Lo primero que nos dijeron nuestros usuarios es que antes de sacrificar el dinero que envían a sus familiares, están cambiando sus hábitos de consumo en Estados Unidos; por ejemplo, en lugar de salir a un restaurante, ahora tratan de cocinar en casa para gastar menos y seguir cumpliendo con sus obligaciones", indicó a Efe Jorge Godínez, director de WorldRemit para las Américas.

"El año pasado Latinoamérica recibió 131 mil millones de dólares en concepto de remesas y eso fue un 25 % más del año anterior. Pero para este año se está proyectando ya únicamente un 14 por ciento de crecimiento, es decir, casi 11 puntos porcentuales menos", recalca el experto.

Sin embargo, dentro de la región cada país se comporta de manera distinta. "En República Dominicana la proyección es que este año decrezca más o menos siete por ciento, mientras que en México se espera que todavía crezca 18 por ciento", añade el experto.

Durante el primer semestre de 2022, el dinero enviado por mexicanos en el exterior, casi en su totalidad de Estados Unidos, ascendió a una cifra también histórica de 27 mil 565 millones de dólares, un 16,57 por ciento más que lo recibido en los primeros seis meses de 2021, impulsados por el mercado laboral estadounidense y el creciente flujo migratorio.

Según Economides, durante la pandemia los inmigrantes pudieron mandar más dinero a sus países de origen porque disponían de más ahorros, debido a la combinación de menos gasto por las restricciones de los confinamientos y los cheques de estímulo que dio el gobierno estadounidense.

México no es un país aislado: en 2021, los envíos de dinero representaron un 26.4 por ciento del PIB de El Salvador, con un crecimiento récord al cierre del año de 26.8 por ciento, en Honduras estos envíos de dinero representan alrededor del 20 por ciento PIB y se han constituido en uno de los principales sustentos de muchas familias y en Guatemala las remesas significaron casi el 18 por ciento del PIB.