La quiebra de FTX será un ejemplo clásico de dolor a corto plazo, ganancia a largo plazo, que desinflará la capitalización del criptomercado en los próximos meses, pero obligará a los intercambios a realinear sus modelos comerciales hacia una gestión de riesgos efectiva, dijo Suneet Muru, analista del equipo de inteligencia temática de GlobalData.

Ello luego que La bolsa de criptomonedas FTX anunció este viernes que iniciará un procedimiento de quiebra en Estados Unidos y que Sam Bankman-Fried dimitirá de su cargo como presidente ejecutivo.

La retirada de clientes tras la decisión de Binance de abandonar su propuesta de adquisición obligó a FTX a luchar por conseguir unos 9 mil 400 millones de dólares de inversores y rivales.

"FTX es el cordero sacrificado más reciente de la industria de las criptomonedas. Cuando el CEO de Binance, Changpeng Zhao, habla, la industria escucha y esta vez ha expuesto los puntos débiles de FTX”, aseveró.

Recalcó que ahora más que nunca, los intercambios deben demostrar en qué se diferencian de los bancos y mantener mucho menos sus propias criptomonedas en sus libros.

Añadió que estos mismos intercambios también deben continuar diversificando sus flujos de ingresos, lejos de las tarifas de transacción y hacia productos basados ​​en suscripción para limitar la exposición a las recesiones del mercado.

Consideró que la mayoría de los inversores venderán sus criptodivisas, ya que sus tokens preferidos están perdiendo valor.

No obstante, cuanto antes se dé cuenta la industria de que el token FTX es solo una de las muchas criptomonedas, antes podrá volver a impulsar el ritmo de adopción en medio de una regulación inminente.