Los permisos de paternidad fomentan la corresponsabilidad en el cuidado del menor desde el inicio, es decir, una distribución más equitativa del trabajo  al interior del hogar, lo que permite que las mujeres tengan mayor tiempo disponible para dedicarlo a una actividad productiva como trabajar o estudiar, o incluso descansar.

De acuerdo con el IMCO, frente al nacimiento de un bebé, la madre puede aprovechar la licencia de maternidad de 84 días naturales con goce de sueldo  a la que tiene derecho de acuerdo con la Ley del Seguro Social. Mientras que en el caso del padre, la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que es obligación del empleador otorgar a los trabajadores un permiso de paternidad de cinco días laborables con goce de sueldo por el nacimiento o adopción de un menor.

Al mismo tiempo, los permisos de paternidad contribuyen a distribuir el trabajo no remunerado al interior del hogar; a crear un piso parejo para hombres y mujeres, incluso cuando ambos desean ingresar a un nuevo empleo; y a romper  estereotipos de género donde las mujeres son las principales cuidadoras de los menores.

El IMCO agrega que, al comunicar los beneficios de los permisos de paternidad se genera una cultura laboral que rompe los sesgos de género y se promueve que los padres se involucren en el desarrollo de sus hijos.

De la misma forma, el instituto advierte que sin equidad en el hogar, difícilmente podremos lograr equidad en los empleos.  Las licencias de paternidad pueden transformar las dinámicas de cuidado y fomentar mayor participación de mujeres en el mercado laboral.