México avanza en Índice Global de Brecha de Género del WEF

 México se ubica en el lugar 31 a nivel global, de un total de 146 países, con 76.4 puntos de 100, y ocupa la cuarta posición en la región de América Latina y el Caribe (ALC) en el Índice Global de Brecha de Género que publica el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y en el que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) participó como socio local.

El índice mide desde 2006 las diferencias que existen entre hombres y mujeres en cuatro subíndices: Participación y Oportunidades Económicas, Logro Educativo, Salud y Supervivencia y Empoderamiento Político.

El índice otorga una puntuación de 0 a 100, la cual se puede interpretar como el porcentaje de la brecha de género que se ha cerrado. En 2022, la brecha global de género se ha cerrado 68 por ciento.

A este ritmo, le tomará al mundo 132 años alcanzar la paridad, lo que representa una mejora de cuatro años en comparación con la estimación de 2021 (136 años). Sin embargo, en materia de empoderamiento económico podría tomar hasta 155 años y 151 para alcanzar la paridad en participación económica.

Este año se analizaron 146 países y, aunque ninguno de ellos alcanzó la paridad de género, los 10 países con mejor puntaje han cerrado al menos 80 por ciento de su brecha de género. El mejor país es Islandia con 90.8 puntos, mientras que el peor es Afganistán con 43.5.

 

En el caso de México, el mayor desafío para las mujeres es la igualdad de oportunidades y su participación económica. Esto responde principalmente a la brecha salarial, pues en promedio, por cada 100 pesos que percibe mensualmente un hombre, una mujer gana 86 pesos.

El puntaje de México se ha visto beneficiado por el cierre de la brecha en educación y salud, mientras que persisten los retos para lograr la paridad en términos políticos y económicos.

En los últimos años, el desempeño favorable del país se atribuye a las mejoras en la representación política de las mujeres. Los avances en la igualdad política están asociados con la reforma político-electoral de paridad que ha resultado en congresos paritarios tanto en el ámbito federal como en el local.

Los efectos de esta reforma también se observan en los puestos de gobernadoras, mismos que hoy suman un total de nueve mujeres. Sin embargo, la brecha sigue abierta debido a la ausencia de una mujer como presidenta de la República y a la falta de paridad entre quienes encabezan las secretarías de Estado.

En cuanto al mercado laboral, el país tuvo una mejoría marginal en la calificación de Participación y Oportunidades Económicas en comparación con el año pasado (0.7 puntos porcentuales). Esto se debe a que, si bien aumentó en gran medida el porcentaje de legisladoras y directivas, las secuelas de la pandemia provocaron una disminución en la tasa de participación económica femenina y un incremento significativo en la brecha salarial de género.

El estudio señala que la crisis económica provocada por covid-19 fue un golpe duro para las mujeres y aunque muchas han retomado sus empleos remunerados, la mayoría ha regresado a empleos informales, con jornadas cortas y bajos ingresos.

 



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