Necesario estimular la inversión pública y privada

La inversión pública y privada bajó del 22 al 19.3 por ciento del PIB entre 2011 y 2019, lo cual si prevalece podrá incidir en que México crezca a tasas menores al dos por ciento y no se podrá erradicar la pobreza, advirtió el analista senior de BBVA Research, Carlos Serrano.

En ese contexto, postuló que se requiere de una reforma fiscal profunda que le devuelva al gobierno el espacio fiscal para volver a invertir en infraestructura, mientras que para la inversión privada es necesario fortalecer el sistema de impartición de justicia, dar certidumbre de que las reglas no cambiarán a mitad del partido y crear un clima más amigable para la inversión, en particular en el sector energético.

En los últimos años la inversión privada había sido superior al 17% mientras que en 2019 fue de 16.7 por ciento, mientras que la inversión pública que hace 10 años era del seis por ciento del PIB, en 2019 fue de solamente 2.6 por ciento.

Serrano explicó que la inversión es el componente del PIB que más cae en las recesiones, por lo cual debemos esperar una importante disminución como consecuencia de la crisis derivada de la pandemia.

Definió que la crisis derivada de la pandemia provocará una fuerte disminución en la recaudación fiscal y un aumento en el servicio de deuda debido a la depreciación cambiaria.

Con estos niveles de inversión pública el país no podrá tener una infraestructura aceptable; no se podrán construir las escuelas, hospitales y carreteras que se requieren, lo que entre otros factores negativos resultará en una peor distribución del ingreso, alertó.

Ante ello, es imperativo implementar políticas para aumentar la inversión en el país y la productividad laboral, pues, de lo contrario, los salarios y el ingreso per cápita permanecerán estancados por muchos años y el crecimiento de la economía.

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