La resistencia de la inflación estructural de México, la subyacente, sugiere que la presión sobre los precios generales podría ser mucho más generalizada a lo largo de este año 2022.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación subyacente que descuenta los precios tradicionalmente volátiles de algunos productos y en el caso de México completó 21 quincenas consecutivas al alza en la primera mitad de enero de 2022, se colicó en 6.11 por ciento.

El estudio resalta que la presión motivará aumentos de tasas por parte del Banco de México (Banxico), con lo que, se generará presión sobre la recuperación económica que poco a poco regresa a la tendencia histórica.

El nuevo Director del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, explica que, en algunos países, las presiones salariales y las prácticas de indexación están elevando más los precios. Indexación son los ajustes automáticos de los contratos respecto de la inflación.