La 53ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial (World Economic Forum - WEF), que reúne a 2700 líderes de 130 países, entre ellos 52 Jefes de Estado o de Gobierno, fue el escenario donde se llamó a la cooperación entre gobierno y empresarios en pro de una recuperación fuerte y duradera, donde en materia de desarrollo económico "nadie debe quedarse atrás".
El fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, señaló que las múltiples fuerzas políticas, económicas y sociales están creando una mayor fragmentación a escala mundial y nacional.
Para abordar las causas profundas de esta erosión de la confianza, se requiere reforzar la cooperación entre los sectores gubernamental y empresarial, creando las condiciones para una recuperación fuerte y duradera. Al mismo tiempo, debe reconocerse que el desarrollo económico debe hacerse más resistente y sostenible y que nadie debe quedarse atrás, afirmó Schwab.
El CEO de Exponential Web, Azeem Azhar, dijo que mientras los mercados ajustan su apetito por el riesgo, 2023 será un año de incertidumbre y asombrosa variabilidad.
"El año que viene exigirá un sector privado astuto y un sector público ágil, y sangre fría en todas partes. Las tecnologías de vanguardia, como la inteligencia artificial, la electrificación renovable y la tecnología profunda, brindarán oportunidades para la investigación y el desarrollo, la innovación y el despliegue a gran escala, así como beneficios a gran escala para la productividad, la reducción de los precios y la descarbonización, apuntó.
No obstante, advirtió que todas estas áreas se enfrentan a riesgos significativos, muchos de los cuales se entrecruzan con las fricciones geopolíticas y la volatilidad macroeconómica que forman los telones de fondo. Las naciones se encontrarán con que las definiciones de aliado, socio, competidor y rival se vuelven confusas, a medida que buscan autonomía estratégica y ventajas competitivas, especialmente en sectores ricos en tecnología.
En torno a cambio climático, el director del Instituto de Potsdam para la investigación del cambio climático, Joghan Rockström, declaró que lo que habría sido una tarea imponente, pero alcanzable, cuando la comunidad internacional se lo propuso por primera vez en París en 2015, se ha convertido ahora en algo casi insuperable.
"Hay poco margen para la compensación. Hemos entrado en el reino de la adicionalidad, donde todo tiene que escalar rápidamente y muchas veces ser exponencial y ocurrir simultáneamente: abandonar los combustibles fósiles, transformar la agricultura de fuente de emisiones a sumidero de carbono, salvaguardar los sumideros existentes en la naturaleza y escalar las tecnologías de eliminación de dióxido de carbono".
