El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en su estudio "hablemos de ingresos 2023", ponderó hay una des-coordinación fiscal y poca recaudación, con riesgos para las finanzas públicas de los estados, donde en el caso de Puebla se encuentra arriba de la media nacional en torno a ingresos propios.

En México, a nivel nacional, la recaudación de ingresos totales equivale a 21.4% del PIB, mientras que en países con nivel de ingreso similar, como Brasil, equivale a 42 por ciento.

El estudio contrasta que en promedio, 60% de los ingresos recaudados por gobiernos en los países de la OCDE proviene de impuestos y solo 7% de otras fuentes; pero en
México, en cambio, 34% aproximadamente proviene de otras fuentes como la explotación de recursos naturales.

En el caso de los estados, la mayoría de los ingresos propios provienen de impuestos, y su capacidad de recaudación es relativamente baja.

En términos generales, fundamentalmente los ingresos corresponden a impuestos estatales, cuotas y aportaciones de seguridad social, contribución de mejoras, derechos, productos, aprovechamientos e ingresos por venta de bienes y servicios.

En Puebla la recaudación equivale a 68 por ciento de los ingresos propios, arriba de la media nacional del 54.1 por ciento, donde Chiapas es el estado con menores niveles con 28% y Baja California el más alto con 77 por ciento.

No obstante, en función del tamaño de la población, Puebla es antepenúltimo lugar en el ingreso público estatal per cápita aprobado para 2023, con 17 mil 653 pesos por habitante, abajo del promedio nacional de 21 mil 241.7 pesos.

En materia de ingresos de los estados, Puebla suma 7.5 por ciento del total, mientras que el 92.5 por ciento restante procede de recursos federales.

Mientras, 46.1% del dinero procede de participaciones, el 42.2% de aportaciones y el resto de otras fuentes.

En ese contexto, el IMCO propuso revisar y reformar la Ley de Coordinación Fiscal e impulsar una Ley General de Gasto Federalizado, pues, las reglas actuales de coordinación fiscal no generan incentivos para que los estados mejoren su recaudación en lo individual.

Además, se requiere de nuevas reglas de distribución de los recursos, pues, recalca, los criterios considerados en las fórmulas de distribución deben reconocer el esfuerzo
recaudatorio de cada entidad y replantear el peso de criterios poblacionales y de pobreza.

Asimismo, actualizar el marco jurídico en cada entidad federativa con respecto a sus facultades impositivas.

Dada la autonomía que tiene cada estado para modificar o generar impuestos, es fundamental que estos sean creados o adecuados con características de progresividad, simplicidad, transparencia y facilidad administrativa, aunado a la capacitación del personal fiscalizador con el fin de disminuir costos administrativos y de tiempo.