Invertir en plantas para producción de semiconductores en la región no resolverá en el corto plazo el desabasto que golpea la industria automotriz, por lo cual será hasta el 2023 cuando el sector recupere los niveles prepandemia COVID-19, consideró la AMIA, en tanto Economía federal desarrolla conversaciones con empresas de Estados Unidos para su coproducción.

Así lo consideró el director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Fausto Cuevas, quien estimó que el problema de desabasto podrá evolucionar hacia el primer trimestre del 2022, si bien, no será hasta 2023 cuando podría resolverse.

El resultado de las inversiones no es de corto plazo, hay que considerar el tiempo que se lleve a cabo la construcción de las instalaciones y la puesta en marcha de la planta si se instala en México o la región, acotó.

Refirió que la inversión no es una solución de corto plazo que resuelva la problemática, así que “difícilmente podríamos considerar que en el plazo de lo que resta del año y a principios del próximo año, la situación quede resuelta con inversiones”.

Por su parte la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, confirmó que esta semana celebrará diversas reuniones con empresas norteamericanas sobre la generación de una parte importante de microprocesadores y software, así como que tanto del valor de contenido regional se le atribuiría a México.