Al menos 700 multimillonarios se verían afectados por la propuesta fiscal estadounidense que para 2023 establece un “impuesto mínimo sobre los ingresos, el cual es parte del plan del gobierno para reducir el déficit federal durante la próxima década y financiar nuevo gasto. 

La Casa Blanca estima que estos individuos aumentaron su riqueza en 2021 en un billón de dólares, pagando alrededor del por ciento de sus ingresos y ganancias no realizadas en impuestos.

En el proyecto de presupuesto del presidente estadounidense, Joe Biden, se “elimina el ineficiente diferimiento de ingresos gravables durante décadas o generaciones”. 

Biden dijo que la centésima parte del uno por ciento de los estadounidenses estaría sujeta al impuesto. 

El impuesto mínimo para los multimillonarios es justo, y recauda 360 mil millones que pueden utilizarse para reducir los gastos de las familias y recortar el déficit”, afirmó el gobierno de Biden.

El presupuesto propone que las familias con un patrimonio superior a 100 millones paguen al menos un 20 por ciento de impuestos tanto sobre los ingresos como sobre las “ganancias no realizadas”, es decir, el aumento en el valor de una inversión no vendida. 

Para muchos individuos ricos, según el gobierno, esos “verdaderos ingresos” nunca se gravan, ya que pueden mantenerse latentes durante décadas y a veces durante generaciones.

 Elon Musk, Bill Gates, Jeff Bezos, Warren Buffet y Michael Bloomberg son algunos individuos conocidos cuyas ganancias sobre activos podrían ser gravadas con esta propuesta si se convirtiera en ley.