Aumento de la deuda del país en cuatro puntos del Producto Interno Bruto (PIB), una depreciación acelerada para la llegada de inversiones a México, apoyos entre privados mediante una estructura para que empresas con capacidad económica ayuden a sus proveedores mediante pagos a no más de 30 días, forman parte de  la propuesta que la iniciativa privada presentó para reactivar la economía ante la crisis generada por el coronavirus.

La propuesta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) contempla compras adelantadas, lo que significaría realizar pedidos que se entreguen una vez terminada la crisis por el coronavirus.

Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE, resaltó la importancia de la suscripción de un gran convenio nacional para proteger los salarios de los trabajadores y sus familias.

"Este es un problema de liquidez y subrayo, no es un problema de solvencia. Desde las pequeñas hasta las grandes empresas trabajaban el mes de febrero sin problemas, cubrían sus responsabilidades fiscales, pero de un día a otro se dejó de operar, no por falta de capacidad ni de activos, sino por una situación fuera de control", apuntó.

Señaló que el plan del sector empresarial representaría alrededor de un billón de pesos que se podrían utilizar para la crisis económica que se avecina en México.

Lamentó la falta de apoyo del gobierno federal a las propuestas que presentó el CCE para enfrentar la crisis por la pandemia y estimó que de aplicarse medidas como diferir el pago de impuestos, dar incentivos por pronto pago, analizar la reactivación de sectores, el PIB podría caer máximo 2.5 por ciento, contener la inflación hasta 5 por ciento, y recuperar 400 mil empleos.