De cara a la propuesta de reformas en materia de créditos operados por Infonavit y Fovissste para otorgar en forma directa y sin intermediarios los recursos, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), alertó riesgos por falta de controles en el ejercicio de los recursos y se pronunció no se apruebe por los legisladores hasta que no haya información para evitar quebrantos en esos fondos de vivienda.

Destacó que se requiere de un análisis a fondo sobre una proyección de los volúmenes de crédito adicionales que se tiene contemplado otorgar, un análisis del impacto financiero que tendrá la reforma sobre los balances del Infonavit y un estudio específico de los riesgos asociados al otorgamiento de crédito a derechohabientes no trabajadores.

Añadió que la iniciativa de reforma tiene un impacto directo sobre los recursos de los trabajadores mexicanos que son aportados a la subcuenta de vivienda y administrados por el Infonavit y el Fovissste.

Actualmente, el Infonavit administra activos por un billón 667 mil millones de pesos, es la hipotecaria más grande de Latinoamérica y la cuarta más grande del mundo.

Por su parte, el Fovissste administra activos por 210 mil millones de pesos.

En conjunto, los recursos potencialmente afectados por esta iniciativa representan un monto 27 veces mayor que el de los recursos en los 109 fideicomisos involucrados en el proceso de extinción analizado por el Senado de la República.

El análisis del IMCO revela dos preocupaciones principales sobre los cambios que la iniciativa busca introducir a la legislación al otorgarse crédito “directamente y sin intermediarios” a los derechohabientes, incluida la posibilidad de financiar la autoconstrucción, lo que podría representar transferencias cuantiosas de efectivo a los trabajadores, aunado a la indefinición de reglas y controles que se establecerán para verificar el correcto uso de estos créditos, lo cual es especialmente preocupante en el caso del crédito destinado a la autoconstrucción.

Además, la iniciativa plantea que podrá otorgarse crédito a derechohabientes que no son trabajadores en activo, es decir, a personas actualmente desempleadas o en el sector informal, con la condición de que en el pasado hayan cotizado en el Infonavit como trabajadores formales.

Estos créditos serán inherentemente más riesgosos, y podrían poner presión financiera al Infonavit, además de que reducen los incentivos a la formalización laboral, recalcó.

LOS POSITIVOS

La iniciativa tiene tres aspectos positivos

1) permitir la adquisición de terrenos con créditos del Infonavit y del Fovissste,

2) facilitar la portabilidad hipotecaria para migrar créditos de otras instituciones financieras hacia el Infonavit cuando este ofrezca mejores condiciones crediticias,

3) posibilitar que los trabajadores obtengan créditos subsecuentes una vez que hayan liquidado su primer crédito. Sin embargo, no se conocen las reglas y detalles bajo los cuales operarán estas nuevas modalidades. 

El IMCO concluye qué en materia de crédito hipotecario, los detalles importan y se requiere de información para poder valorar la iniciativa y todas sus implicaciones, pues, reiteró, no se han publicado las reglas que se tienen contempladas para operar estas reformas, ni tampoco las estimaciones de impacto financiero y operativo que permitan valorar los efectos de la reforma y su idoneidad para alcanzar los fines que se propone.