Volkswagen Brasil  llamó a vacaciones colectivas a partir del lunes 10 de julio en su planta de São Bernardo do Campo por intervalo de 10 días en sus dos turnos de producción, mientras que en São Jose dos Pinhais y Tabaute, interrumpió jornadas aplicando esquemas flexibles pactados en un convenio con su Sindicato.

A decir de la empresa hay un “estancamiento del mercado”, mismo que el Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Paulo vincula a la falta de crédito y a los elevados tipos de interés en el país.

La empresa alemana indicó que todas las herramientas de flexibilización están previstas en un convenio colectivo firmado con el Sindicato.

Uno de los turnos de la fábrica de São José dos Pinhais, responsable por la producción del T-Cross, entró en paro el 5 de junio y podría permanecer así entre 2 y 5 meses.

También el Polo Track en la fábrica de Taubaté se redujo a un solo turno a partir del 1 de junio, también por un período de dos a cinco meses y, posteriormente dos turnos, bajo el esquema de banco de horas.

Ahora, tiene sus dos turnos de producción interrumpidos hasta el 30 de junio, también con sus empleados consumiendo horas de banco.

En la fábrica de São Bernardo do Campo que fabrica el Polo, Virtus, Nivus y Saveiro, la interrupción comenzará el 10 de julio, cuando sus dos turnos se irán de vacaciones colectivas por 10 días.

La decisión se da ante la insuficiencia del programa gubernamental "carro popular", lanzado a comienzos de junio, que representó 1 mil 500 millones de reales (310.1 millones de dólares) en créditos fiscales a los fabricantes de automóviles.

Ahora el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, dijo que se asignarán 300 millones de reales adicionales al programa.

Para pagar la extensión, el gobierno incrementara un impuesto federal al diésel en 0.03 reales por litro a partir de octubre, señaló.